El italiano Roberto de Paolis ha construido su debut en el largometraje, que participó en la Sección Oficial del Festival del Cine Europeo de Sevilla. Nos lleva a la periferia de Roma, en un paisaje plagado de miseria, pobreza y prejuicios. No es una historia de racismo pura, o de tragedias humanas azotadas por la desigualdad social. Es una historia de amor tipo Romeo, pero sin ser Julieta. De Paolis tiene claro que en las afueras de las grandes ciudades se encuentra la miseria en la que no queremos vernos reflejados. Podríamos no estar muy lejos. Con la misión de ponerse en el punto de vista de sus personajes, el director compone una ambigua historia de amor adolescente con tintes de maltrato que se debate constantemente entre la fina línea que separa la realidad de la ficción. Basada en un hecho que ocurrió de verdad, y que encontro en el periódico. Decían que una chica había sido violada por inmigrantes gitanos, y que algunos italianos fueron al asentamiento gitano para atacar a los que lo habían hecho. Pero el día después se descubrió que ella se lo había inventado todo, que no había habido ninguna violación. Había mentido porque era una chica muy católica, metida incluso en un programa para llegar virgen al matrimonio, y resulta que había perdido la virginidad con un chico italiano. Mintió por vergüenza y le echó la culpa a los gitanos porque pensó que sería creíble. Cómo se percibe la presencia de los extranjeros, de los refugiados, de los inmigrantes en general. Si una chica llega a acusar a un inmigrante de haberla violado cuando no es verdad es porque percibe al inmigrante como algún tipo de violencia, como una invasión. Y así es como lo percibe el entorno en el que ella vive. El guion nació de la investigacion siguiendo la palpitar de los barrios de Roma, escribiendo en el ordenador desde casa, viviendo en la realidad para entender cuál es la percepción que se tiene del inmigrante. Más que de racismo, la película habla del miedo a todo lo que es distinto del miedo a lo diferente. La llegada de personas extranjeras era percibido como una invasión, en lugar de una posibilidad de crecer. Todo este sentimiento también pervierte la relación entre la pareja protagonista: él con su actitud con los gitanos de su entorno, ella que vive en una comunidad muy cerrada y religiosa, ambos que se atraen aunque son de mundos tan diferentes... Pero sí que es verdad, al menos en este caso, que el rechazo a veces lleva a la atracción. Los polos opuestos se atraen, y creo que es una buena forma de plantear la discusión y cuestionar nuestra propia identidad, para llegar al final a un crecimiento personal. Caer en los estereotipos es muy peligroso en este tipo de temas. En Italia, cuando se habla de la Iglesia, siempre se corre el riesgo de juzgarla, así como cuando se habla de los gitanos siempre se toma una perspectiva muy protectora para que no se caiga en el estereotipo. Insiste De Paolis en que no es su punto de vista, sino el de los personajes. Y luego está claro que la historia de amor es la clásica, la típica: un amor con un obstáculo que les impide avanzar. En el trabajo de campo conocío a los chicos que vivían en la comunidad religiosa y también los que viian en la periferia. Todos los personajes nacieron a partir de personajes reales: la chica a través de la comunidad, el chico relacionado con el parking y tenía esa relación violenta con los gitanos, la madre, el cura…. Todos se basaban en personas reales. Sin investigación no es posible hacer una película. La barrera entre documental y ficción es muy sutil. Hay más bien algo ahí en el medio, como una fusión, porque algunos documentales cogen la dramaturgia de la ficción y las películas de ficción cogen algún estilo de los documentales. Sin embargo, las películas de ficción parecen ser más similares entre ellas. La pureza es un problema, porque la pureza es no quererse mezclar con alguien que es distinto. La pureza fue la base del nazismo, de la raza aria, y la persona que quiere quedarse puro es la persona que no acepta entrar en un diálogo con el que es distinto.
lunes, 11 de diciembre de 2017
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