domingo, 3 de diciembre de 2017

Destinos/Posoki

Despistado es como te puede dejar el film de Komandarev. Un mundo de seres que luchan por sobrevivir a los vaivenes obligados de la economia, no tienen en  el film espacio, el interior de un taxi, o tiempo para resolver sus asuntos. El guion que funcionaria mucho mas como serie, recurre y utiliza todas las tristezas imaginables para resolver traumas terribles. Desde un taxi podemos asistir al deterioro y corrupcion de la Bulgaria actual. Guion que nos recordaria a Panahi y su Iran. En una reunión con un banquero, un pequeño empresario que conduce un taxi para ganarse la vida descubre que el soborno que tiene que pagarle para conseguir un crédito acaba de doblarse. Desesperado, el hombre asesina al financiero y después se suicida. El caso desata un acalorado debate en las emisoras de radio de todo el país sobre el pesimismo que embarga a la sociedad búlgara, del que participan cinco taxistas y sus pasajeros, cada uno con su increíble historia, pero con un destino en común. Director de, posiblemente, la película búlgara más internacional de todos los tiempos, El mundo es grande y la felicidad se esconde en cualquier esquina, el director Stephan Komandarev viene de cosechar buenas críticas a su paso por los festivales de Cannes y Gijón. En el film, parte de una conversación que tuvo con un taxista de Sofía, en la que le decía que los taxis se han convertido en la última esperanza para profesionales de todo tipo que, en el paro, no encuentran otra vía de subsistencia. Esta revelación queda plasmada a través de varias y particulares historias entrelazadas, cada una dentro de uno de estos vehículos, que sirven para componer un retrato de la sociedad del país balcánico, sumida en el pesimismo, la pobreza y la desigualdad. De este modo, cada uno de los episodios, rodados en una única toma, sirve como inventario de aquellos aspectos disfuncionales de la vida en Bulgaria que necesitan solución. Ivan Barnev (La lección), Vasil Banov (Benzin) o Assen Blatechki, son algunos de los interpretes.

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