lunes, 2 de septiembre de 2019

el hotel a orillas del rio

Las películas de Hong Sang-soo no son clasificables de momento poruqe van de un extremo a otro del arco de generos. Por un lado, un cine de calidad pero artesano( 'Ahora sí, antes no' 2015),otras mas surrealistas y proclive a que dada uno la acabe como pueda con finales abiertos, como (Lo tuyo y tú' (2016), 'Haewon, hija de nadie 2013) 'El hotel a orillas del río', seria la primera podría situarse en un punto intermedio entre ambos grupos. Parte de su acción transcurre en el establecimiento del título, situado junto al río Han. Allí convergen dos historias, aunque solo de forma tangencial. Ko Young-wan (Ki Joo-bong), un poeta célebre que aprovecha la oferta de un admirador para quedarse gratis en el hotel. Llama a sus hijos, Byung-soo (Yu Jan-sang) y Kyung-soo (Kwon Hae-hyo), para que se reúnan con él allí porque presiente que va a morir. Cuando aparecen, no queda claro si esos se sienten felices de estar en compañía, y si Young-wan en realidad quiere que estén allí. La relación de los hermanos no tarda en revelarse como una  competencia por la aprobación del padre; ninguno de ellos lo ha visto en años, y ambos tienen un resentimiento que no pueden controlar.Con sutileza, Hong va desvelando los miedos de que se parezcan al hombre que los abandonó a ellos y a su madre, y que sus problemas con las mujeres estén causados por una maldición heredada de él.  Sang-hee (Kim Min-hee) está utilizando el hotel para superar una depresión, la suya causada mayormente por una ruptura reciente. También ella, ha llamado a alguien para que le haga compañía, en su caso una mujer (Song Seon-mi) que quizá sea su hermana o quizá simplemente una amiga íntima. Las dos pasan la mayor parte del tiempo echándose a dormir la siesta. En 24 horas, estos cinco personajes se cruzan y a veces en paralelo, envueltos en un paisaje helado que tambien les hiela  el alma. Este film debería resultar familiar a todo aquel cinefilo que tenga cierto conocimiento de la filmografía de Hong: mesas sucias,   botellas vacías, el clima gélido, los largos planos puntuados por 'zooms' y los apuntes autobiográficos. El cine del coreano —especialmente desde que empezó a hacer ficciones de bajo presupuesto a toda velocidad, la película da la impresión de ser una obra imprevista y casi improvisada, cuando en realidad está dotada de gran perspicacia psicológica. Y en ella encontramos casi todo aquello por lo que la obra de su autor es aclamada: sus novedosas reflexiones sobre la confusión y la falta de comunicación; los desencuentros y las situaciones incómodas de los personajes imperfectos que nunca estan felices ni con ellos mismos.Y, sin embargo, el film tiene su personalidad.Es menos compleja, comprime toda la  accion en unas pocas horas, y por una vez no utiliza la elipsis. como nunca antes en su carrera habia utlilizado la hilaridad  para desdramatizar la obra, incluso para invocar a la muerte.—, a película asimismo no es representativa del gusto habitual de Hong por los huecos narrativos y las elipsis. Y, quizá como nunca antes en su carrera, aquí las risas van de la mano —a menudo generando ambigüedad y hasta conflicto— de una invocación a la muerte. Sí, el relato está impregnado de la ironía, esta si habitual en HONG. Se podra decir que el cine coreano era portador y denuncia de la soledad de su pueblo, de sus traiciones y de su fracaso colectivo segun se mire. El hotel esta melancolico mirando el rio pasar, llevandose con el toda la angustia resumida en unas pocas habitaciones. Y a pesar de toas las risas flota en el aire de un hotel fluvial, una gran tristeza

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