Ghostland

En el Festival de Sitges 2008 los sufridores por gusto que visionaron, todavia no la han podido olvidar y pudimos disfrutar o, sufrir— de alguna de sus proyecciones  la salvaje 'Martyrs' de Pascal Laugier; un largometraje que ganó por méritos propios su estatus como uno de los estandartes de la nueva ola de terror frances. En su siguiente y descafeinado trabajo, titulado 'El hombre de las sombras', el cineasta galo vio diluido gran parte de su nervio y su capacidad de impacto de un filme dominado por un melodrama televisivo. Con 'Ghostland', Laugier vuelve a sacar lo mejor de su repertorio en los violentos senderos que catapultaron su carrera.

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 'Ghostland', desde la perspectiva sobre el género, se muestra como una producción anacrónica que rescata un buen número de los elementos que hicieron popular la Nouvelle Horreur Vague hace una década, como pueden ser esa violencia morbosa o ese gusto por la crudeza sin filtros que hoy día se podrían ver algo innecesarios. El filme, lo nuevo de Pascal Laugier logra su propósito de ofrecer un ejercicio de terror breve, y efímero con un ligero toque de frescor al pantanoso cúmulo de lugares comunes por los que transita el relato, más caótico y falto de ese agrio y sanguinolento que sesupone deben aportar las novedades del genero.

'Ghostland', resuelve con cierta irregularidad, la exploracion de la psique de la víctima tras un hecho traumático, no deja de ser otra visita mas al subgénero del asalto doméstico, con una buena ambientación que se sirve de un caserón perdido en el centro de los Estados Unidos más profund, y de una pareja de protagonistas que bien podrían formar parte de la familia de Adams. Una madre y sus dos hijas alquilan  una casa en la que ya en la primera noche aparecen unos asesinos contra los  que luchara la madre a muerte. Ellas

son Crystal Roed , Anastasia Philips, Myele Farmer, Taylor Hickson y otros.Sin intentar revolucionar el panorama entre sus oniricos congéneres — 'Ghostland' nos ofrece 90 minutos de una cruenta y asfixiante  pesadilla que parece pertenecer a otros tiempos. Horror directo, sin arrepentimiento de donde  haya salido el material, con el regocijo de habernos hecho sufrir a todos. Un intento de algo diferente,  realizado de manera original. Un ejercio sadico para psicopat y una adoracion ciega a los textos de H.B.Lovecraft y un fin defiesta tarantiniano.