"Una segunda obra (antes Oh the Chacho well he knows) debería ser un otro largo, pero los tiempos no están para inventos. En el caso de Rosa Delgado leyva, no ha sido así. La economía de producción la ha conducido a ella y a su equipo a realizar este otro corto, Flores Ciegas, con enorme base teatral y que se deja ver por su espíritu espartano en todas las especialidades del rodaje. Solvente película de gran belleza estética, en la que los personajes van tejiendo el guion, escrito por la directora y la actriz principal Susana Campoy, con notable calidad de los diálogos. Diálogos que fluctúan entre momentos de gran intimidad y otros monumentales. Importante el respeto otorgado al lenguaje de los "nativos".
Un ritmo interno sosegado, dejando que los sentimientos no sigan el guion y de que cueste levantarse para ir a la cocina y en lo que este melodrama coral, sin grandes aspavientos atrae la curiosidad de hacia dónde se mueven los actores. Esto es lo que ocurre cuando un director cuenta bien su historia. También la retina, y puede que esto sea sólo para cinéfilos, se ve acosada por la exquisita reunión de sus vestidos, (ellos y ellas) y que no hace sino sobrevolar como un dron la comunicación humana. Si acaso un exceso de material urbano que empaña la exquisita sutileza de la pieza, que sin duda ha comportado por detrás un gran trabajo del equipo de arte y su directora de producción, Montse Enguita.
Destacado reparto coral nuevamente, en el que se manifiestan los aciertos del casting. Algunos de ellos que ya vimos en su anterior cortometraje, como Susana Campoy, Ángel Roldán, Carlos Cortés o Montse Ribadelles entre otros, fieles a su directora. Y otros nuevos no menos interesantes como Lolo Herrero encarnando a un inteligente vagabundo, el dislocado personaje de Lluís Elías, Teresa Amaya en su puesto de flores... En definitiva, un anuncio de los premios en que Flores Ciegas (Blind Flowers, 2022) de Rosa Delgado participará y ganará."
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