O Corno comienza como la vida, con un parto y no es solo un nacimiento. También es un acompañamiento, un proceso. María (Janet Novás) está asistiendo al alumbramiento del hijo de una de sus vecinas. La ayuda, le explica cómo colocarse, valida su dolor y su sufrimiento, y celebra su fuerza y su alegría. Mujer contra mujer, pero sí con un sentido más anatómico.
María, que es el nombre de la maternidad en la cultura occidental por antonomasia, parece una especie de partera, puesto que también se hace referencia a que existen habladurías sobre ella que la relacionan con la realización de abortos clandestinos a mujeres de la isla. En realidad, la labor de María va más allá de los embarazos deseados o no. Trata de las mujeres, sus cuerpos, sus necesidades. Y, especialmente, su derecho a decidir sobre sí mismas cuando nada les garantizaba esa autonomía.
Y este concepto de mujeres ayudando a mujeres se desarrolla durante toda la película. No solo con el personaje de María, sino también con todas aquellas que la asisten en su viaje hacia la libertad.
O Corno es el resultado del entrelazado de los hilos de las historias de muchas mujeres tejidos en formato digital hecho poesía. La fotografía en O Corno, a cargo de Rui Poças, es una de las imágenes, los planos y las tonalidades de color es posible comprender la vida rural de la Galicia de la época. Como una sutil característica, algo debido a su naturaleza realista, esta manera de plasmar las costumbres, la tradición, la sociedad e incluso lo salvaje.
Da la sensación de estar contando algo muy grande a través del pomo de una puerta. Una experiencia bucólica sobre la feminidad y la vida en las comunidades costeras de la Galicia más rústica. Fiestas, embarazos, baile, sexo, deseo, migración, falta de oportunidades, trabajo, felicidad y tristeza.
Otro factor que también refiere a este concepto de intimismo rural es el idioma. O Corno está rodada mayormente en gallego, con algunas interacciones en portugués. Y es una de las decisiones que más la enriquecen. La misma película, en castellano español, hubiese perdido fuerza. Porque no apelaría a un realismo tan claro como el que se percibe.
La naturaleza humana no podía ser menos. Si vemos agua, plantas, arbustos, trigo, mariscos, vacas... ¿por qué no enseñar la piel, el cuerpo, los fluidos,... La exposición del cuerpo de la mujer se realiza desde una mirada totalmente femenina, donde no prima la sexualización sino la estética, la simbología y la belleza. La exhibición de los pechos, que sucede de manera recurrente, da lugar a una interesante relación entre la maternidad, la mujer y su cuerpo. no son solo los pechos aquello que se muestra en detenimiento. También es el caso de las manos, como punto de apoyo para una mujer que está de parto, como fuerza de trabajo —recalcando el carácter rural de la vida de los personajes—, como medio para salir de la placenta. El pueblo siempre se deja el cuerpo en intentar sobrevivir..
Jaione Camborda dirige un drama rural donde a través del mar y los campos de trigo se da voz a una realidad femenina. En un todo movie hacia la libertad, siendo esta igual la libertad que la vida anterior, Janet Novás destaca como María. Imprescindible recalcar que se trata de su primer papel en la gran pantalla.
O Corno es una película cocinada a fuego muy lento que, si bien no es igual de potente en toda su extension, abre algunos frentes más difíciles de descifrar que otros, funciona y consolida a Camborda como una cineasta con una forma de expresión muy propia
O Corno es una película cocinada a fuego muy lento que, si bien no es igual de potente en toda su extension, abre algunos frentes más difíciles de descifrar que otros, funciona y consolida a Camborda como una cineasta con una forma de expresión muy propia
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