Dos directores, M. Marlind y B.Stein han pergeñado esta coreografía sin iluminacion, esta historia tediosa, que supera en lo peor a las tres anteriores. Un final abierto anuncia otras mas.La dominatrix Kate Beckinsale se harta de disparar sin apuntar, embutida en su curvilíneo látex a todo ritmo y sin freno alguno, saltando como en una consola los vacíos de guión, todo el un agujero negro. En mil cabriolas y reventando todo lo ejecutable, ni Stephen Rea, ni Michael Ealy ni India Eisley, nos despiertan si logran conciliar el sueño.
miércoles, 1 de febrero de 2012
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