Hay películas en las que estas suspendido en el abismo agujero de su historia vacía y absurda hasta acabar con tu paciencia.Un agujero negro que con diez agujeros mas en el guión que te hacen desear el salto mortal de Sam Worthington de la cornisa de un hotel por no salir de la sala sin verlo. Nada te importan su pasado, el robo de una joya, la policía enamoradiza. Solo quieres algo refrescante pensando en el futuro interpretativo de Elizabeth Banks, Ed Harris y Jamie Bell. Lo que pudieran hacer en otras manos que no fueran las de Asger Leth, afincado en su alféizar a 100 metros de la nada.
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