Solamente José Luis Cuerda puede rodar un film trágico de traficantes y corrupción, sin dramatismos. El silencio tácito y policial proviene de un lugar de la costa gallega en la que se apagaban los sonidos de una guitarra, cuando las luces de un hotel daban paso al tabaco rubio o la heroína. En las playas ya no se podía cantar al amor o a la amistad al calor del fuego hasta que se apagaba los motores de las potentes lanchas del contrabando. Quizá Cuerda no ha encontrado el nexo de unión entre dos épocas que encarnan Quim Gutierrez, Miguel Angel Silvestre, Celia Freijeiro. Juan Diego o Chete Lara. pero lo hay. No era fácil en el libro del escritor y guionista gallego Manuel Rivas, responsable de "La lengua de las mariposas" o "El lápiz del carpintero", que compone una historia de amor a tres bandas, ambientada en un pequeño pueblo de la costa atlántica gallega (bastión del narcotráfico), a lo largo del tiempo. Las ansias de riqueza de los adolescentes, la admiración por el capo local, la ensoñación de una vida de lujos, siempre juntos, quedan en saco roto, cuando por circunstancias de la vida, toman caminos opuestos: uno, policía y el otro, delincuente, casado con la mujer que ama el primero.
jueves, 15 de noviembre de 2012
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