Drama romántico de estética indie-estudiantil donde se pone de manifiesto que no solo sufren los niñatos blancos y de que los marginados no son especialmente sensibles. Trata también sobre el despertar adulto de un estudiante nostálgico con graves problemas de comunicación e interacción social, marcado por la tragedia personal (pérdida por suicidio de su mejor amigo y de su amada abuela), que sale de su aislacionismo interior cuando conoce a una chica completamente opuesta en su forma de ser, alegre y muy contestataria con la realidad que le toca vivir. Sin embargo el film es demasiado ligero para tanta desgracia Los dos jóvenes viven una historia de amor en un trasfondo de incertidumbre adolescente, donde se mezclan miedos e ilusiones ante un mundo totalmente nuevo que se le abre al protagonista masculino. El escritor y productor Stephen Chbosky, vuelve a colocarse detrás de las cámaras, después de su poco conocida ópera prima "The Four Corners of Nowhere", para rodar esta adaptación de su propia novela "Somos infinitos", obra bien acogida por la crítica especializada.
A pesar de su juventud, Logan Lerman, encarna a Charlie en sus desavenencias adolescentes ante la incertidumbre de la vida. La popular actriz británica Emma Watson se presta a este drama independiente, "The perks of being a Wallflower", en su paso difícil a la edad adulta. Ezra Miller(Tenemos que hablar de Kevin, Another Happy Day) constituye el otro vértice del triángulo formado por éstos jóvenes en su aventura por el paso de la infancia a la madurez. También encontramos a Paul Rudd (Lío embarazoso, Mal ejemplo), a Dylan McDermott (Burning Palms, Mercy), a Kate Walsh (Un entrenador genial, Legión), a la que hemos podido ver en la aclamada serie "Anatomía de Grey", a Johnny Simmons (Infiltrados en clase, Scott Pilgrim contra el mundo) o a Nina Dobrev (Chloe, Lejos de ella), entre otros.
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