La cabeza de un psicópata debe ser un caos. Este guión también. Pero Martin McDonagh (Escondidos en Brujas) intenta ordenarlo y casi lo consigue. Fantasía poca, pero trucos lingüísticos, gags sádicos y perversidad calculada, pero sobre todo un grupo de actores que se divierten, le ayudan. Nadie se burlara de Colín Farrel, Sam Rockwell, Michael Pitt,Woody Harrelson, Harry Dean Stanton, Tom Waits, Christophen Walken, Abbie Cornish y la espectacular ucraniana Olga Kurylenko, si están mal de la cabeza y con ganas de matar por un perro mascota. La violencia como juego de rol nace de un guionista que escribe sobre siete asesinos radiografiando su propia vida. El arreglo del director es impresionante. La distancia del juego también. Pero el espectador no quiere escribir ni una linea de la pagina en blanco de guionista paralizado de ideas. Dejamos que el cine dentro del cine resuelva su crisis aunque sea bebiendo de otras fuentes. Fuentes frescas del tiempo y realmente neuróticas. Fuentes frias y heladas que no consiguen apagar ninguno de los clavos incandescentes a los que el guión quiere que nos agarremos.
jueves, 28 de febrero de 2013
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