El film de Albert Duponel, interprete a la vez, mas ladrón de fugas que violador, se enmarca en la tradición del cine francés mas genuino.Una jueza muy rigurosa con su vida y su profesión, queda embarazada una nochevieja sin saberlo y pone en peligro su carrera brillante. Puede esto dar gags mas o menos ingeniosos sin atacar la maternidad, la legislatura, la feminidad, el amor y el matrimonio. Pues si. Con trucos de buena comedia. Da una coz de paso al sistema judicial francés en forma jocosa que golpean inesperadamente, burla del abogado que no vocaliza, y un poco de sangre, poca. Si todo merece poca atención en general ,el director rodea continuamente a Sandrine KIberlain para que sea el centro de su desespero. Con Nicholas Marie y Phillippe Uchan, mejor que chicos a la mesa en la linea de Bienvenidos al Norte.
miércoles, 16 de abril de 2014
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