Que los superheroes son el principal sustento hoy en día de la factoría Hollywood es proponer mucha tesis. La aparición en el estrellato de Andrew Gardfiel, víctima en su infancia de mobbing en la escuela, ha encontrado sus dificultades por los protagonistas anteriores y sus bien tramadas situaciones. Pero con su aspecto de adolescente inseguro incluso ha superado en amor el de Gwen, muy solido antes y ahora con Emma Stone, El duelo con Electro, Jaimie Foxx, aplaudido otra vez en Times Square es mas espectacular que interesante.Un guión rellenado con la perdida de los padres, la promesa al suegro moribundo, el metro laboratorio, el malo Paul Gianatti o el enano verde, Dane de Haan y la recuperación otra vez de Sally Field. Se acusa en este Spiderman. de Marc Webb de demasiados gags fuera de momento para tan corto guión destronando la tensión que pudiera haberse creado. Un Spiderman menos romántico, y mas pragmático que su predecesor y que nos deja la duda de que secuencias recordaremos con el paso el tiempo. Sus eléctricos guionistas Roberto Orci y Alex Kurtman no son de momento Alvin Sargent.Un Spiderman que cada dos años se fagocita así mismo. Alguien debe pensar que la factoría Lee y Ditko del 62 aguantara lo que le rueden. El otro mensaje es para las eléctricas.
martes, 22 de abril de 2014
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