Unos fondos de islas de pruebas atómicas, un paisaje postapocaliptico, un delfín que gobierna el universo y una vuelta al mundo mas rápida que en un Maclaren para terminar en un contenedor de azúcar donde el pensamiento es substituido por la locura en 3D. Antonio Banderas se emula a si mismo en el disfraz de pirata que se impone imprimiendo frescura y marcha a una historia que no la tiene demasiado. Segunda aventura dirigida por Paul Tibbit donde se explica en una larga primera parte la génesis del personaje. El resto también lo cuenta Banderas con su amigo forzado Plankton para encontrar por el mundo la receta robada del burge cangreburgers. El resto es todavía mas infantil. Primero el mar como en la serie y despues incorporando animales con imagenes reales, dan consistencia al producto, sin lógica, sin razón alguna pero con buen gusto. Y su hiperactividad hace que la sorpresa pueda surgir de la realidad. Lo mejor es que lo proyectiles del film son pepinos, tomates, mayonesas, frutas o patatas. Animación gastronómica en definitiva..
sábado, 7 de febrero de 2015
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