El detective mas visitado por el cine de este siglo y el pasado, ha ejercido ahora su fascinacion sobre Bill Condon, (Dioses y monstruos) a quien ha ayudado a pagar su Crepúsculo. Casi siempre tratado con respeto, sensibilidad y una cierta melancolía, también Condon se acerca a el en el film como la protagonista, también este amor bucólico del investigador , lo hace al instrumento que toca, una harmónica de cristal.Empezó Keaton en el 1924 y siguieron aproximadamente cada 20 años, Neill Roy, Hill, Levinson, Billy y Gene Wilder, Ritchie y Garci, fuera de lugar y de tiempo, hasta llegar al Condon de hoy, en que lo actualiza dotándole de la enfermedad del Alzheimer, fatal para todo el mundo, pero mas para un investigador de lo que sea. Esto incide lógicamente en el film que se presenta como triste, digno y afectado sentimentalmente. Nos presentan al personaje de sir Arthur Conan Doyle, retirado en la campiña dedicado a la apicultura y eso permite repasar su vida cotidiana y algunos detalles de su personalidad, mientras entretiene la memoria con dos casos del pasado, a través de los ojos de un niño. Excepcional la interpretación de Ian McKellen,que ya fuera James Whale con Condon, Laura Liney, Hiroyuji Sanada, Frances de Tour, Philip Davis y Milo Parker. Ellos acompañan a este mito de la literatura, al que acabaremos convirtiendo en héroe de carne y hueso con tanta devoción y prerrogativas. Bill Condon dice de el que es un cretino seductor..
miércoles, 26 de agosto de 2015
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