jueves, 28 de septiembre de 2017

La reina Victoria y Abdul

Titulo donde Stephen Frears podria haberle sacado Reina y ponerle siervo, con menos sentido y sensibilidad que en otras ocasiones. Situacion entre real-historica y ficcion que viene a definir el espacio personal, intimo y confidencial que necesita cualquier persona y tambien las reinas (Diana), que acaba con la amistad profunda de este siervo (Bienvenido Mr, Chance) y la Reina Victoria fallecida en 1901, practicamente en sus brazos. Una abuela en principio vulnerable por su edad que muestra en determinados momentos su dominio del ejercicio del poder, la "calidad " de su realeza y para destacarlo Frears deja en un plano de humor a todos los adlateres de la corte, primer ministro, hijos herederos, medicos y servicio incluidos. Una aristocracia podrida y corrupta, interesada y aduladora que podriamos trasladar  a cualquier pais europeo o hindu en este caso. Su raiz teatral, dos personajes, tambien hace perder fuerza a la obra, con texto interesante excepto en las frases hechas o dichos de traducccion mecanica. Habria que citar aqui el esfuerzo del amigo de Abdul, sin cojin ni bandeja, por tener una relevancia en la trama.  Lo demuestra señalando la diferencia entre listo e inteligente, entre tigre y perro, entre soledad y egoismo. Una Judi Dench nada monarquica no trasluce un Frears monarquico a pesar de su reciente filmografia.  La cien veces autonombrada la emperatriz de la India, 47 años antes de la independencia, no se merecia aquella horrible, gris y dura estatua frente al Thaj-ma jal. En 1887 Abdul Karim es un joven secretario indio y alto, que viaja a Gran Bretaña para ofrecer un presente en el Jubileo de los 50 años en el trono de La Reina Victoria. Una vez allí, Abdul despierta el interés en su Majestad, que no tarda en dar paso a una estrecha amistad. Sin embargo, la Casa Real intentará destruir este vínculo que está provocando  cambios en Victoria, que ahora cuestiona las restricciones de su cargo y empieza a ver un mundo cambiante con otros ojos. Después de contar los días más complicados en el reinado de Isabel II en La Reina, Stephen Frears (Florence Foster Jenkins) vuelve a adentrarse en la casa real británica para narrar la inesperada amistad entre la reina y el joven indio que se convirtió en un leal confidente y secretario personal de la soberana durante los últimos 15 años de su longeva regencia. Alrededor de este vínculo, Frears compone en este biopic de época de impecable factura técnica, quiza un  exceso de atrezzo, un  retrato de la gobernante, a la que muestra como una anciana aislada por su corte (recelosa de la influencia del recién llegado) que encuentra la alegría en un joven indio que le ayuda a ver la vida desde una nueva perspectiva y a recuperar el humanismo que creía perdido. Basada en la novela de Shrabani Basu, La reina Victoria y Abdul cuenta con la aplaudida interpretación de la oscarizada Judi Dench (El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares), a la que acompañan Ali Fazal (Fast and Furious 7), Michael Gambon (El último virrey de la India), Eddie Izzard (El coro) y Olivia Williams.

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