Jameson Brooks nos retrata un jardin que no es nuevo pero es peculiar. Todos los han vivido hace mas de 20 años, tienen referencias de jovenes que etiquetaron como movimiento pùnk. Tanto clavo, chincheta y pelo pincho, enfrentado a unos jovenes universitarios, deportistas, conservadores, propiciando la confrontacion , provocando a cada gesto y aumentado dia a dia la tension, tenia que acabar mal. Y llega el crimen de turno de todo guion que se precie. Y entonces todos no ponemos a resolverlo, como el mismo director en su opera prima. Y es otro film, Aqui acaba el intento de profundizar en el analisis de esta subcultura que nacio contra todo con el objetivo de alcanzar el nirvana o lo que fuera. Tambien se perdio la humanidad con la que podia haber apaciguado minimamente el rechazo social que tuvo el movimiento y que en sus representantes en grupos musicals que no he oido. Y si pones todo en un estado medio tipo Texas con sus leyes absolutamente conservadores ya tienes la película. Las caras reconocibles a traves de la acupuntura decorativa, las cabelleras arrancadas, y los tatuajes imposibles son Dave Davis, Glenn Morshower, Lorelei Linklater y Logan Huffman.
lunes, 18 de febrero de 2019
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