pajaros de verano

La juventud norteamericana abraza la cultura hippie y, con ella, el consumo de marihuana. A miles de kilómetros de allí, Colombia experimenta una fiebre desmedida en el cultivo de esta planta, convirtiendo en tiempo récord a agricultores en empresarios. En el desierto de Guajira, una familia indígena Wayuu se verá obligada a asumir el liderazgo de esta nueva industria, pero la riqueza y el poder terminará por provocar una guerra fratricida que pondrá en peligro sus vidas y tradiciones. Productora y realizador de El abrazo de la serpiente, Cristina Gallego y Ciro Guerra dirigen a cuatro manos esta cinta, también nominada a los grandes premios de la Academia de Hollywood, que se acerca a los orígenes del narcotráfico en Colombia. La pelicula   traslada al espectador a la vida en el país sudamericano durante los años 70, una época, la de la llamada bonanza marimbera, donde la tradición ancestral de los pueblos indígenas empezó a desaparecer en favor de un capitalismo salvaje y agresivo donde la entrada masiva de dinero desde EE.UU. para la compra de marihuana colombiana dio como resultado la aparición de las primeras grandes familias del contrabando de droga. Rodada íntegramente en wayuunaiki, lengua de la tribu Wayuu, este thriller criminal utiliza las normas no escritas del cine de gangsters, con sus luchas de poder y deudas que se pagan con dinero y sangre, para contar el ascenso y caída de una familia, un lema del film es "si hay familia hay honor" que sirve, a su vez, como paradigma del violento cambio que experimentó Colombia en aquellos años. Natalia Reyes, nueva promesa latina de Hollywood (participará en la próxima entrega de Terminator), interpretar junto a Carmiña Martínez (La captura).