miércoles, 29 de mayo de 2019

Regresa el Cepa

Una leccion de vida de como van los interrogatorios en una dictadura,(impresionante el hierro en la boca) que en  comparacion con las cargas actuales policiales a ciudadanos que van a votar, es un juego de P3. El crimen de Cuenca es el duro  film de Pilar Miro que irrito y mucho al sacrosanto elefante. Y no con  una aguja simplemente. El detalle de lo sucedido, con un Guillermo Montesinos extraordinario en el papel del pastor llamado Cepa,sufrio como todo el entorno de la pelicula, un calvario de censura, secuestros, proceso penal a la MIro y luchas internas en el ejercito y el mismo gobierno.Cuenca, 1913. Dos pastores son torturados hasta confesar un crimen que no habían cometido. En 1980, este terrible error judicial es llevado a la gran pantalla por una joven Pilar Miró en un polémico film cuyas imágenes escandalizan a los poderes públicos, que ordenan secuestrar todas sus copias. El éxito internacional no impidió que Miró fuera sometida a un consejo de guerra donde defendió la honestidad de una película que cambió el código militar y se convirtió en un clásico del cine español. Casi tan trepidante como la historia que cuenta El crimen de Cuenca (relato de uno de los más infames casos de abuso de autoridad y negligencia judicial acaecidos en nuestro país), fue todo aquello alrededor de su estreno en España, cuando el Estado, escandalizado por las crudas imágenes de tortura que contenía, ordenó secuestrar la película. Esto no impidió que se proyectara en la Berlinale, donde el aplauso fue rotundo y se convirtió en bandera de la lucha por los Derechos Humanos. Irónicamente, el film provocó que su directora, Pilar Miró, terminara siendo procesada en un consejo de guerra que cambió para siempre el código militar. Casi 40 años después de todo aquello, Guillermo Montesinos (Viva la vida), uno de los protagonistas de este clásico del cine español, guía al espectador por los escenarios reales donde se rodó en un documental que repasa el calvario del caso real, y el de la propia Miró, para reflexionar sobre el estado de la libertad de expresión en nuestro país entonces y ahora. El director Víctor Matellano (Parada en el Infierno) dota a Regresa El Cepa de un poderoso lenguaje visual para acompañar las declaraciones de políticos, artistas y miembros del equipo original de aquella emblemática cinta.Oportuno estreno, si señor.

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