En la que para muchos es su mejor película hasta la fecha, Christophe Honoré (Mi madre) escribe y dirige un drama sutil y conmovedor donde el romance, la seducción y el placer del sexo se combinan con un relato sobre la pérdida y el envejecimiento. Ambientada en los turbulentos años 90, época en la que el miedo al SIDA sobrevolaba sobre las relaciones sentimentales, Vivir deprisa, amar despacio, propone una emocionante historia de amor homosexual entre un maduro escritor, con la responsabilidad del hijo que cría como padre soltero, y un joven despreocupado con ansias de vivir. A través del vínculo que surge entre ellos, el realizador compone un film honesto y sensible que destaca la importancia de amar y aprovechar el presente, ese lugar donde los caminos opuestos de sus dos protagonistas (uno de ida y vida, otro de vuelta y muerte) se encuentran. Las referencias a la cultura francesa de la época en forma de canciones, citas, películas o literatura también forman una parte indispensable de esta cinta cuyo reparto principal está formado por Pierre Deladonchamps (El hijo de Jean), Vincent Lacoste (Mentes brillantes) y Denis Podalydès. Jacques es un escritor cuarentón con poca fortuna y padre soltero que vive en la París de los años 90. A pesar de la agitación que le rodea a él y al mundo en general, este hombre intenta conservar su sentido del humor y su convicción de que lo mejor aún está por venir. En un viaje a la Bretaña conocerá a Arthur, un veinteañero en pleno despertar sexual que aspira a convertirse en director de cine..
viernes, 17 de mayo de 2019
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