Vi a mi sobrina Gianna muy seria. El mensaje de la tortuga Franklin, nacida en 1986 en una serie de cuentos infantiles y que paso posteriormente a la television no le habia llegado nitidamente. La versión cinematográfica y francofona que ha realizado Dominique Montfery (nominado a los oscar por Destino, corto basado en los diseños de Dali), diluye un poco los valores fundamentales el producto que son la familia y la amistad. El filme es un canto excepcional a la figura de la abuela. A Gianna todavía le queda una en Italia. A sus acompañantes no. Recomendamos que la película sea vista con una abuela a ser posible. Con ella se podrá superar el encefalograma plano que presenta el filme y sera la abuela la que hará ver al pequeño la intención de alguna de las peripecias de nuestra tortuga.
Infantil no quiere decir necesariamente simple. Y el guión lo es en exceso. Franklin busca con sus amigos un cofre escondido por su abuela y que ahora puede salvarles la vida. Una vida como la vida misma, con menos humor y aventuras que las prometidas o imaginadas. Amistad, familia, abuelas, ... Gianna hubiese preferido Heidi.
martes, 26 de febrero de 2008
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