La mezcla de estilos y directores, Bill Jones, Jeff Simpson y Ben Timlett, dan como resultado una obra extraviada y alejada contra su voluntad del espíritu humoristico de los Monty Phyton hasta rozar lo patético. Sin estructura narrativa, a pesar de partir de las memorias del insigne miembro del grupo Graham Chapman, ilustrada con animación pierde toda personalidad y no recoge ninguno de las situaciones importantes de esta vida. A al menos así lo parece.
sábado, 19 de octubre de 2013
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