Difícil de comprender esta película teniendo en cuenta que hay un padre, un productor y un guionista Ford Coppola detrás. Puede Sofia Coppola filmar un grupo de jóvenes apasionados por las ropas y zapatos de marca, jóvenes de clase acomodada y que las roban en las lujosas mansiones de los reyes de Los Angeles.? Tipo Paris Hilton quien afectada por el fenómeno, dejo que se rodara en su casa, donde también habían ocurrido hechos parecidos. Pero de la denuncia eficaz se trasluce la obsesión por las nuevas tecnologías, el fetichismo imbécil por las marcas y la nueva imagineria televisiva. Lenguaje ultramoderno que aleja a la directora de Maria Antonieta y no digamos de Las vírgenes suicidas, con la que hay similitudes estéticas. Cámara frenética que se carga el glamour posible en la que se busca la notoriedad de personajillos como Katie Chang, Israel Broussard, Claire Julien, Taissa Farmiga y una perdida de nuevo Emma Watson. Con ganas de preocuparse por los clanes de Hollywood, (Somewhere), deberá inspirarse la descendiente directora en obras de mas contenido que un articulo en el Vanity Fair.
miércoles, 16 de octubre de 2013
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