Otro gran momento del cine el que consigue Mike Leigh al aunar los dos máximos artes de la luz.Ya se acerco al arte en el Londres de los compositores Gilbert y Sullivan. Todo ello con el rojo del emblemático pintor ingles y sincronizando sus colores y texturas a la pantalla. Obviando en su biopic la etapa veneciana, el rojo domina la estética y la concepción plástica del lienzo, siempre con la niebla en medio como espacio de reflexion. Turner, al margen del arte oficial, caminante incansable y siempre malhumorado se enfrenta a la muerte, de un padre, de un hijo y a la torturada vida amorosa y a la ansiosa creación artística. Considerado como el maestro del romanticismo pictórico es sin duda un precursor del impresionismo. Todo para aceptar al fin el relevo de la fotografía. Timothy Spall hubiera podido interpretar cualquier pintor o artista angustiado y peleado con el mundo por defender sus ideas. Su rechazo al poder político, sus sublimes discusiones con mucho contenido científico con sus colegas y traficantes de arte, su cercanía al mar que le influye totalmente y su relación con la determinante ama de llaves. Joseph Mallard William Turner (1775-1851) nos muestra sus últimos 25 años de vida entre la hipocresia de su sociedad en la que se mueve con su particular locura artística. Paul Jesson, Dorothy Atkinson, Marion Bailey, Jamie Thomas King y Roger Asthon- Griffiths, deben pensar en su interpretación como el maestro que "son trabajadores en el fomento del arte".
miércoles, 24 de diciembre de 2014
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