viernes, 12 de diciembre de 2014

Naomi Campbel

Yermén trabaja leyendo el tarot, y graba en VHS a sus vecinos y los perros callejeros desde su apartamento en las afueras de Santiago. Sueña en cambiar de sexo y decide probar suerte en un programa de televisión. Elementos de la cruda realidad y documentales se alternan con un argumento minimalista ficticio, una oportunidad para seguir la transformación de Yermén en la persona que siempre ha sido. Camila José Donoso estudió cine en la Universidad Mayor de Chile y dirigió varios cortometrajes, entre ellos, Camino Gris (2008). Nicolás Videla estudió dirección y comunicación social en la Universidad Católica de Chile. Es director, guionista y montador de todos sus films, entre los que se encuentran los cortometrajes Migrar (2009), Las nadadoras (2010) y Las zonas seguras (2011).
Naomi Campbel no trata sobre Naomi Campbell. No se ve ni una sola estampa de la modelo londinense. En cambio, la primera película de los directores chilenos Camila José Donoso y Nicolás Videla trata por todos lo medios encontrar a su protagonista en la imagen, verla frente a frente, mientras ella también intenta encontrarse a sí misma. Yermén Paula Dinamarca es una mujer transexual que desea terminar su proceso de transformación y formación de la persona que quiere ser mediante la culminación de la operación genital.
El metraje empieza con las imágenes de una calle vacía que graba Yermén con su videocámara. Tardaremos todavía unos minutos en acercarnos al personaje. Yermén se nos muestra a medias: de lejos en la consulta del médico, oímos su voz mientras le pregunta al doctor, tumbada de lado en su cama o la mitad de su reflejo en el espejo de una caja de música. Donoso y Videla plantean la película como un conocimiento paulatino de Yermén a través de una realización naturista, cuasi pedestre. Mientras que ella, al mismo tiempo, se va conociendo con su cámara y nos presenta su manera de ver el mundo. Existe, pues, una clara planificación en el acercamiento a Yermén a través del encuadre. Solo podremos verla de frente, mirándonos a los ojos y andando decidida por las calles de una comuna de La Victoria, cuando se haya encontrado a ella misma.
Esta realidad ficcionada, o ficción con toques de realidad, constituye el verdadero corazón del proyecto fílmico. En Naomi Campbel todos los personajes van en busca de su yo. La amiga de Yermén, que se hace llamar Naomi Campbell porque quiere parecerse a ella (de ahí el título del film), ha encontrado su identidad en la consecución física con la modelo, aunque esta forme parte de su imaginario; las vecinas y amigas de Yermén, víctimas de la dictadura, encuentran en la verbalización de su horror el camino para reivindicarse a sí mismas. Y en tercer lugar está Yermén Paula Dinamarca. Todo en ella respira veracidad: ni un gesto es impostado, ni una mirada forzada. El gran acierto de la cinta, a parte de una huida de los tópicos de la transexualidad, reside en la autenticidad de la puesta en escena y de la dirección de actores. Solo de este modo logramos descubrir cómo unos personajes en los extremos de la sociedad libran sus pequeñas grandes luchas para lograr aceptarse y que les acepten. Estrenado el documental en el Festival alternativa de Barcelona 21 edicion. 

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