Película indispensable para los que elijan medicina para satisfacer su vocación profesional. Sin plantar grandes temas en profundidad, tipo eutanasia, Thomas Litti nos ofrece una panorámica completa de este estamento no siempre honrado y poderoso. El escenario y protagonista es un hospital con sus catacumbas y tripas que también las tiene. Allá conocerá los entresijos de la sanidad nuestro aprendiz de medico que parte con la ventaja de ser el hijo del propietario también doctor. Pronto descubrirá que un recién llegado al país puede ser mejor y esforzarse mas que el, incluso cometiendo algún error (muerte de un cirrotico indigente). El diagnostico ,en este caso en Franca es que la sanidad, esta enferma, Falta saber ahora si de gravedad. En sus momentos de diversión, sus sentimientos y las relaciones personales traman el guion de este estamento medico que no logra hacer desaparecer la sensacion de culpa a pesar de sus sistemas de autoproteccion que no pueden ocultar la mala praxis.El director disecciona con conocimiento de causa(también es medico) al joven Vincentt Lacoste, Felix Moatt, Jacques Gambini, Marianne Denicourt, Phillipe Rebbot y Carole France que asistiran al duelo de los jóvenes internos que interpretan ala perfección el abanico dramático que ofrece la ética de Hipocrates. El film queda tan lejos de Hospital General que no se entiende que Francia sea una nación vecina. El film huele a enfermedad y solamente parece paliarse su dolor por el esfuerzo titánico de unos profesionales que se entregan al máximo. Pocos , pero los hay Lo demas es entrar en una deriva de abandono que puede llevar a parálisis.
martes, 12 de mayo de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario