Hay directores que para referenciarlos, tenemos que poner mas de un film para situar como nos ha llegado, hasta donde y de que pie calzan. François Ozon es uno de ellos y yo propongo Swming pool, El refugio, Joven y bonita, Los amantes criminales o Potiche. Nunca escoge el tema comercial de la historia y la emprende con el dolor humano, las perdidas sentimentales, los deseos fugaces, dificultando la reflexion, mirándose en un erotismo oscuro y subyugarte con la frivolidad de una comedia. Desigual, ahorrando de todo, nunca llega a conseguir aburrir. Hay tantas contradiciones, tu pareja puede travestirse contigo siempre que no este la suegra delante, que el guión estaría varias veces a punto de infartarse.Pero Ozon nunca se cae de la cuerda floja. El precio es no saber por donde empezar a buscar la identidad sexual oculta en los protagonistas, especialmente en Romain Duris, Anais Demoussier, Raphael Personnaz, y Isid Le Besco. La frivolidad y el esteticismo del film, no hacen coger muchas ganas leer la novela póstuma de Ruth Rendell.
jueves, 21 de mayo de 2015
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