Film que seguramente solo sirve para reconciliar al dubitativo con la capacidad artística de Johnny Depp, por una vez menos dependiendo su personaje de las pelucas. Porque esto es lo que es el cine de Scott Cooper. Su cine es constante, pesado, en un drama previsible, con referencias que le alimentan el guión pero que no confieren personalidad a la historia de este gangster, James Bulguer, de poca monta que trapichea en minorista con droga y alguna que otra arma. La mafia siempre es amoral, la familia siempre sufre presiones y siempre mantiene alguna amistad con el lado buena de las fuerzas del orden. Como en un cuento Scott Cooper, narra en off este biopic, que casi codirigen además de Depp, Joel Edgerton, Kevin Bacon y Benedict Cumberbach juanto a Dakota Johnson. Pero si que encontramos un fenómeno curioso y a mi me parece que reciente. Por diversos medios de comunicacion y artísticos, se intenta "rehabilitar" a algún personaje real o no. En este caso se pretende comparar al criminal con su hermano político en EEUU y dejar en el aire que es posible una elección para su futuro.
lunes, 26 de octubre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario