Marc Recha, es como un cuenta cuentos universal a partir de su país de origen. Así desde El cielo sube hasta Petit indi, nos demuestra su personalidad y su gran técnica. Parte de un niño (su hijo Roc) insertado en un mundo rural que juega con una cometa artesana que le ha confeccionado. El viento complica la situación y un personaje fantasmagorico les ayudara en el juego. El personaje es sustituido por el padre el propio Marc Recha. Todo enmarcado entre montañas, donde también son interpretes el viento, la cometa y la luz. Creatividad, convicción e imaginacion pueden llegar al espectador no muy avezado en este cine tan intimo y personal. El autor define sus 70 minutos, justos, exactos, medidos, suficientes para enardecer al espectador o sumergirle en el mas profundo de los tedios. Por todo ello el cine y este film en particular de Marc es muy difícil de catalogar o integrar en un movimiento cinematográfico. Película de festival mas que de circuitos comerciales, se mueve con comodidad en la cuerda floja que separa la veracidad y la ficción.
jueves, 29 de octubre de 2015
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