Después de haber vivido el director's cut de un western con 220 minutos de maravilla, apetece poco la verdad, hablar de este bosque. Al salir de nuestra inesperada supersesion, de bosque de nieve, de alaridos de amistad y el medio de una lluvia pertinaz presagiando extensas nevadas, el bosque de Jason Zada, se hunde en la desgana, en la pereza de ideas, no comprendiendo nada de la filosofía oriental que pretende explorar. El camino del bosque es el de la locura de nuestra protagonista, Natalie Dorman, que buscando a su hermana desaparecida en Japón, encuentra sus traumas, el dolce fare niente, en donde lo que importa menos es que el bosque sea de los suicidios, otro mal titulo y van..., de los helechos o de los pajaros carpinteros. Los repetidos intentos del director para asustarnos solo logra que borrar algún climax que hubiera podido ser físico o emocional. Gemela busca a gemela, que malgastan, dilapidan, el en bosque de Aokigahara, en una ladera del mont Fuji entre demonios, tendencias suicidas, fantasmas i demás tópicos de ensoñaciones, su arte y buen hacer en otras producciones.Con Eoin Macken, Taylor Kinney y Yukiyoshi Ozawa probando el catalogo del Japan Horror y depreciando el notable patrimonio cultural de esta mitología. El pobre bosque que bastante tenia con mantener su suelo desbrozado, sus caminos limpios, su prevencion de incendios o sus talas salvajes, ahora es turbado en su magneficiencia por resta carne de comic. Suicidio no, pero un buen ara kiri....
sábado, 27 de febrero de 2016
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