El cine se muere. O mejor, lo haran lo simios. Esta despareciendo bajo una capa digital de efectos de ordenador que sepulta actores, paisajes, animales o maquinas. A Reeves le hubiera gustado mas realizar "Agachate maldito", pero ha solicitado a la producion ser un poco mas humanoide, llenar de sentimentoides, la parte final mas animal del film. Los habituales de la ya serie podran notar la calidad y la huella dejada en 1968 por su original relato. Aqui se añaden algunos personajes mas, de los que destacamos su caracterizacion y humor y que se hace llamar Bad ape y que aqui tendemos al espectador a modo de spoiler como puente. Cine belico en el zoo donde el unico simio bueno es el simio muerto. La crueldad del coronel McCullough (interpretado por Woody Harrelson) y su obsesión por construir un gran muro dibujan, con claros paralelismos con el Estados Unidos actual, un conflicto basado en la xenofobia y el racismo (de especies), en el miedo a los que son diferentes, y también en la venganza y la ira como peores enemigos. Prodigio visual, quizá el mayor logro técnico que ha alcanzado el cine en los últimos años De este modo, lo que en otro tiempo habría parecido la parodia de una película de guerra protagonizada por monos es en realidad un relato capaz de contentar tanto a los cinéfilos exigentes como a los espectadores que no desean más que ver monos con ametralladoras. La credibilidad de lo que aparece en pantalla es la que es y el mérito está repartido a partes iguales entre el talento de Matt Reeves como director –algún plano sobra, alguna escena injustificada–, la calidad de las interpretaciones y vinculado a ellas, la evolución de la tecnología de captura de movimientos, que ha vuelto a convertir a Andy Serkis en César, el líder de los simios.
lunes, 17 de julio de 2017
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