sábado, 13 de marzo de 2010

El concierto

Radu Mihaileanu, el de El tren de la vida ya en clave de tragicomedia sobre el falso tren organizado por los propios judios en la direccion contraria de un campo de exterminio, nos quiere trasladar ahora en clave francesa el compromiso social de la musica, el arte del play back y las dificultades que Rusia pone o ponia a un cierto tipo de musica. Un modo acertado de filmar el reducido ambito de un concierto como si fuera una tragedia ironica para no molestar demasiado al poder establecido.
Un director, Alexei Guskov, cae en desgracia y decide no prescindir de sus musicos, todos judios. La epoca es la de Breznev, cuando ya finalizaba el comunismo puro y duro. Rebajado a hombre de la limpieza del Bolchoi, un milagro el guion hara que recupere su prestigiosos puesto y ahi es donde chirria la comedia de costumbres.
Despues de Vete y vive, sobre el exodo de miles de judios etiopes a Israel, Mihaileanu abandona su trayectoria historica para seguir intentando explicar algunos de los problemas del pueblo judio. Y para ello cuenta tambien con Melanie Laurent, Miou.Miou, Dimitri Nazarov y Valeri Barinov.


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