Gruff Rhys (de Super Furry Animals) parte en busca de John Evans, un ancestro suyo que abandonó Gales en 1792 para buscar a una tribu de nativos americanos que –supuestamente– hablaban galés. Rhys rehace su aventura a lo largo y ancho del American interior mediante guasa, fantasía, PowerPoints y mucho pop. Esto es un mito que se transforma en una serie de charlas-con-música que acaban mutando en libro, app y película. Esta es una de esas grandes historias encriptadas. Rhys la cuenta con gigantesco sentido del humor, pasión y un simpático muñeco de felpa: John Evans. Es un tour de investigación (Rhys descubre cosas según avanza por el Misisipí) donde aprenden igual protagonista, público y espectador de In-Edit. Y es gratificante, divertido y gozoso. Acabas queriendo a Rhys, defendiendo las culturas y lenguas pequeñas, charlando con el último nativo que aún habla Mandan (nada que ver con el galés, pero igualmente amenazado). Tienes que admirar a John Evans, que murió a los 29 tras sufrir malaria, cárcel, incomprensión y que incluso tuvo que convertirse en ciudadano español para cruzar una frontera. Tienes que amar a su peluche, a quien incluso vemos siendo arrestado (y pixelado) en St. Louis. El documental incluye canciones de Rhys y Super Furry Animals, pieza de coleccionistas.
Dylan Goch es el codirector documental que uno asocia a Gruff Rhys. Su anterior documental, Separado! (2010) también estaba protagonizado por el músico galés, y también versaba sobre la búsqueda de un antepasado, en este caso en la Patagonia.
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