Vuela a borbotones o empellones este film de la peruana Claudia Llosa, que se descubrió entre nosotros con La teta asustada y Madeinusa. Este volar inconstante en el film hace que el lloro tampoco sea continuo sobre la culpa de la fe o el perdón. Si que tiene un recorrido de elegancia, una atmósfera afectada y unas consideraciones espirituales y un tiempo exterior horrible en Manitoba, Alaska, que también ayuda.Un paisaje nevado que acompaña a nuestro hombre para encontrar a su madre, décadas después, para saber porque la abandono antes de hacerse curandera. Una Jennifer Connelly, que junto Cillian Murphy, Melanie Laurent, Oona Chaplin, Ian Tracey y William Shimell nos obsequian con grandes momentos de interpretación, dificiles y complejos, para unir una familia en el dolor a la que también el arte puede curar. La canción decía... No llores por mi abandono...?
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