Otra malsana película de terror. Esta vez de la novel Jennifer Kent que conduce el miedo inducido a través de ruidos, caras horrorizadas y primerisimos planos agotadores para el espectador. Atrevido planteamiento con Polanski al fondo y de base el libro de relatos cuyo titulo se lo da también al film. Quemando temor tras temor, primero la madre, despues el hijo,convierte un miedo terrestre en algo superior. Film loco como su cámara cuya lógica de toda la historia esta precisamente en su constante mal de san vito, creo que lo llaman. Pocos sueños para una madre que necesita dormir mas y así encontrar la solución a la mala sombra de su hijo peor que malo. Cine australiano efectivo quizá para hablarnos de la maternidad no deseada en la que es imposible descifrar que pasa en realidad. El terror, como los actores, aterrorizan mas por su falta de razón que por su histrionismo. Essie Davis, Noah Wiseman y Daniel Henshall así como Barbara West se ello con fruición y sin deshonrar a sus predecesores..
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