Entre un piloto de serie y una serie de sensaciones inacabadas, Robert Schwentke (Plan de vuelo, Desaparecida) nos ofrece un catalogo de cables que empiezan como efectos especiales y acaban con efectos mortales. Intentando incrustar se en el cine de peleas coreográfico actual, deja un rastro superfluo y unos personajes sin contenido dramático. Kate Winslet intenta liderar un mundo dividido otra vez en cinco castas, en el que solo los divergentes plantean luchar con sus habilidades frente al estado injusto de este universo imaginario y donde deben buscar apoyos en las otras facciones para sobrevivir. Shailene Woodley, sin mucha fuerza ya, perdida en la primera entrega de la trilogía de Veronica Roth, le ofrece resistencia. En medio de un tedio institucionalizado por las segundas partes, esperaremos sin ninguna esperanza para este mundo dividido en series la tercera parte junto a Theo James y Naomi Watts.
miércoles, 8 de abril de 2015
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