Charlie Mortdecai es un peculiar marchante de arte que aprovecha su encanto personal y elegancia para conseguir todo lo que se propone. Sin embargo, en su nueva misión (conseguir una pintura robada de Goya que podría contener el código de cuenta de un banco suizo lleno de oro nazi y descubrir el cadáver de un restaurador de arte) deberá sacar lo mejor de su repertorio para salir victorioso. No será fácil, ya que tendrá que recorrer el mundo mientras evita a rusos cabreados, espías británicos, terroristas internacionales y, sobre todo, a su propia mujer. Pero tampoco lo conseguirá por una sarta de diálogos estúpidos y y gags ya conocidos, que destruyen y acaban la paciencia de cualquier guión. El prolífico y reputado guionista David Koepp(Misión Imposible), vuelve a la dirección de un largometraje, tras Sin frenos, para contarnos al personaje inmortalizado por la trilogía de novelas escrita por Kyril Bonfiglioli. Y llegamos al problema principal del film. Johny Depp ( La maldición de la Perla Negra) se ha convertido en una parodia de si mismo, un pirata del actor que fue. Al intérprete estadounidense se unen rostros tan conocidos como los de Gwyneth Paltrow (Iron Man 3), en el papel de la esposa, Paul Bettany (Los Vengadores: La era de Ultrón), Ewan McGregor (Trainspotting) o Jeff Goldblum.
domingo, 12 de abril de 2015
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