En una película como la de Barry Levinson sobre los entresijos de los actores, hay que poner una pareja protagonista consistente y cotradictoria, como ha hecho con Al Pacino y la joven (Frances Ha), Greta Gerwing, ambos con una tendencia muy clara a la sobreactuacion. En memos medida lo hacen también Dennis Wiest y Kyra Sedgwick. Otro mundo absurdo que sumar al nuestro en el que como en una interpretación de sus obras tambien pueden matar por amor, enamorarse del asesino en medio de un maremagnum de tendencias sexuales. Este Macbeth colapsado, es manipulado en su grandeza por una joven advenediza que no tiene mas maldad que la belleza y juventud. Como en toda película de actores, tienen una casa en la campiña o un loft en NY, donde expandir sus voluoptusidades y ensayar las obras que interpretaran impregnadas de esta luz, en este caso adaptacion de La humillacion de Roth que presenta la solución del suicidio cuando se pierde el don de la interpretación, Se puede perder?. Titulo sobado ya en el 83 le lava la cara ahora Al Pacino. Pacino no es la sombra del actor que es, es un histriónico, cambia el registro cuando quiere y sin ser el rey de la comedia, te da la mano en el mismo momento de subir al escenario. Y así sobrevivimos en un film intenso, emocional y pedagógico artísticamente.
lunes, 27 de abril de 2015
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