Solamente dos actores de la talla de Liam Neeson y Ed Harris pueden soportar la carga de tópicos del nuevo film americano de Jaume Collet Serra (Sin identidad, Non stop). En el marco de que el crimen organizado no respeta la amistad, uno debe matar al hijo del otro para salvar al suyo a quien no ha visto en cinco años, todo en una noche. Este es Joel Kinnaman (The killing), actor de television incapaz de asumir el drama devastador en el que se ve inmerso. Drama imparable, acción nocturna, sin disimular los errores y los imposibles, con el buen hacer de Collet Serra y violencia durisima. Sin paliativos ni achaques a pesar de los kilómetros recorridos corriendo. Con actores mayores para correr tanto, Vincent d'Onofrio, Genessis Rodriguez, la persecución con piernas de venganza puede llegar a matar en cantidad y de la peor manera a cualquier justiciero de la noche. En esta tercera colaboración entre director y actor, se encuentra otra vez a faltar un poco mas de contenido en el personaje, un guión de Brad Ingelsby, no tan a la carrera. El mismo deseo de ordenar la vida de los protagonistas ha de ser trasladado a la historia, aunque para ello haya que matar al guion del otro. Pero con la clase de los grandes vengadores de la noche. Que no corrían para nada a su edad.
miércoles, 22 de abril de 2015
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