Los aficionados expertos saben que el guión es de Damon Lindelof por lo complicado que es. Tanto que van pasando cosas interesantes y amenas sin que sepamos nunca porque. Es el caso de perro pastor alemán holograma. Brad Bird (Los increíbles) el director es el único que con sus diálogos define como hemos perdido la fe en el futuro y que podemos salvarnos del diluvio. Pero ni mojandonos nos entretenemos. Clase magistral de ciencia ficción, gran espectáculo Disney como no, con datos para todos los publico con ironías de empaque como el secreto de la torre Eiffel, avanza desenfrenadamente hacia un final lleno de esperanza y felicidad. Con acciones casi inhumanas, Bird nos marea en su tiovivo disneydiano, sus sueños de ida y vuelta, en los que en la esquina esta la realidad es casi imposible. El protagonista mas que Clooney es un pin mágico con el que activa su vida en la que puede contemplar el futuro desde los años 60, en los que uno podía mas o menos pensar que configuraba su destino. La realidad, mas cruda, nos la revela el film como en la cine filia de Disney, en los momentos duros sin piedad. Britt Robertson, HugLuarie, Raffey Cassidy, divirtiéndose en su interpretación de este modo, podrían compartir papeles en Ratatouille o cualquier misión imposible.Y así, con mentes mas que brillantes salvar de nuevo al mundo y ganar el tercer Oscar. Pesaos.
miércoles, 3 de junio de 2015
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