"Tres mentiras", anterior film de Ana Murugarren, podiran ser esta cronica que: La historia tiene raices berlanguianas, o sea no consolida los tonos dramaticos con un humor corrosivo, que trata con pureza las raices del falagismo y que no es una novela de Ramiro Pinilla (1923-2014). Al final de la Guerra Civil, un falangista de gatillo fácil que queda hipnotizado por la mirada de un niño de 10 años, hijo de una de sus víctimas. Obsesionado con la idea de que le matará cuando crezca, abandona a su familia y, como un ermitaño, se dedica a cuidar de la higuera que el muchacho ha plantado sobre la tumba de su padre. Sin embargo, los supuestos poderes curativos del lugar lo convertirán en un centro de peregrinación que despertará el recelo de sus camaradas. El drama y la comedia negra se dan la mano en la nueva película de Ana Murugarren en la que adapta la novela La higuera. Heredera del tono duro y delirante del material original, muestra todo el patetismo de la España de posguerra y de la aniquilación de los vencidos a manos de los vencedores en un pequeño pueblo del norte a partir en esta historia que, sin embargo, resulta sorprendente y con alma de fábula universal. En ella se encuentran el franquismo, el drama y la religión con la magia, el humor y la ternura. También hay espacio en el film para abordar la cuestión de la memoria histórica y la capa de olvido que ha construido todo un nuevo paisaje sobre el terreno de lo que un día ocurrió y que, al parecer, es mejor no remover. Karra Elejalde (Operación Concha) es el falangista obsesionado, Carlos Areces (Algo muy gordo), Pepa Aniorte (Cuerpo de élite), Ramón Barea (El guardián invisible) y Jordi Sánchez.
domingo, 26 de noviembre de 2017
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