Robin Campillo penetra en el jardin del sida con medias de bailarina y patas de elefante para traer a colacion esta enfermedad todavia devastadora. Y lo es como agonia terminal porque obras como esta, le dan un titular parecido a este: si puede ser doloroso pero de momento baila. Sensible en las relaciones personales, pareja enfermo/amante es realista e inconsciente al mostrar con menos emocion los momentos de placer. Dicen que podemos decidir sobre el final de la vida, pero si este no es querido, nada tiene sentido. A finales de los 80 el film relata las acciones ACT UP del colectivo parisino que advierte, prepara a los jovenes frente a la enfermedad. Algunos de sus protagonistas, ya infectados, denuncian politicamente la situacion de homofobia que conlleva. Agotadoras asambleas y debates, discusiones, aburren al personal solo acicatados por las verdades tan naturales que se exponen rozando el documental. No descubre el sida como hizo Philadelphia. Su voluntad pedagogica es la misma de hace 25 años. El grupo de jóvenes activistas intenta generar conciencia sobre el SIDA y hacer visible una enfermedad que afecta gravemente al colectivo homosexual. Un nuevo miembro de la asociación, quedará sorprendido ante la radicalidad y energía del protagonista, que gasta su último aliento luchando para que las autoridades dejen de mirar hacia otro lado. El amor y la diferencia de opiniones dentro del grupo se entrelazan en esta historia basada en hechos reales. Ganadora del Gran Premio del Jurado del Festival Cannes y seleccionada por Francia para optar al Premio Oscar a la Mejor película de habla no inglesa, finalmente quedó fuera de la selección de la Academia. La cinta está inspirada en la marcha del orgullo gay de 1989, cuando se crea Act-Up París, una asociación que nace para concienciar a las autoridades y la comunidad científica y farmacéutica de la importancia de investigar sobre el SIDA. Se trató de un grupo que aprovechó eventos de gran difusión y el poder de la imagen para transmitir su mensaje a través de camisetas con el poderoso lema Silencio=Muerte o simbología como el triángulo rosa impuesto a los hombres homosexuales deportados en la Segunda Guerra Mundial, aunque con el vértice hacia arriba para expresar su oposición contra la epidemia que acabó con miles de vidas. Robin Campillo (Eastern Boys) cuenta en este drama social una historia comprometida con la causa, que narra a través de un amor trágico y la división dentro de sus filas después de varias acciones radicales. En el reparto destaca un rostro conocido del cine francés, el argentino Nahuel Pérez (Todos están muertos), al que acompañan Arnaud Valois (Selon Charlie) y una de las nuevas musas del cine galo, Adèle Haenel.
sábado, 20 de enero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario