Documental de cuidadas imagenes turisticas pero que no ocultan la pobreza que luchan por vencer, a base de playas paradisiacas y paseos en gua-gua, en la misma distancia que separa al cine de denuncia del comercial. Una experiencia desesperada para unir lo legendario con lo vulgar y cotidiano. El silencio es la voz de la naturaleza y con eso juegan en Doñana y sus habitantes hermitaños al limite del sonido, al borde del viento, embadurnados con el fango de la soledad. Son , dicen algunos, los descendientes de los primitivos colonizadores. Para el director, Manuel Muñoz Rivas, repite actores, aplaca la musica y gustara tanto como Dead slow head. Largometraje de aire documental con que el compite en la sección oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo y en el que muestra los usos y costumbres de los últimos habitantes de Doñana. El joven director sevillano ha asegurado a EFE, en conferencia de prensa que se trata de una "película melancólica" porque "el tiempo es su sustancia; la fugacidad de las cosas, y la conciencia del paso del tiempo". El tiempo ha sido protagonista también en la concepción y el rodaje del filme, en el que Muñoz ha trabajado no menos de seis años y que concibió hace ocho: "Lo histórico no me interesaba salvo como excusa sobre el paso del tiempo", ha explicado en alusión a las referencias sobre las expediciones arqueológicas a Doñana de hace cien años en busca de Tartessos. "Hace cien años estuvieron buscando una ciudad perdida en los mismos lugares que yo he estado buscando elementos que me sedujeran", ha señalado antes de explicar la total ausencia de animales -salvo un perro- en un espacio que, precisamente, se distingue por su inmensa diversidad biológica: "Lo que me interesaba era la dimensión humana y la materialidad del territorio". Los habitantes de Doñana pueden ser los últimos que habiten un medio tan inhóspito, luchando contra la invasión de las dunas, en una naturaleza salvaje azotada por el viento y el sol, empleándose en oficios como la recogida de la piña. De ahí que haya aludido al personaje de la joven que al final de la película queda embarazada, como "una puerta al futuro". Los responsables de la producción del filme han asegurado que es el trabajo más complejo, pero también más hermoso que hayan hecho nunca, y han mostrado su sorpresa ante que, un espacio natural como éste, esté gestionado por varios organismos incomunicados entre sí, lo que han podido constatar a la hora de los permisos para desenvolverse en un espacio u otro.
domingo, 21 de enero de 2018
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