sábado, 9 de junio de 2018

El futbol o yo

Un buen guion permite a Marcos Carnavale acercarse al futbol de todas las divisiones inferiores, sin glamour y por lo tanto con mayor dificultad e interes. Con la misma duracion que un partido, aprox 100 minutos, el film da tiempo aburrirse asi como a comprobar el patetismo de algunos aficionados poco pasados por la escuela en su infancia. Con todos los ingredientes de la comedia argentina, donde el futbol es su otro dios,  ironiza sobre el fanatismo y populismo, incluyendo de paso la constatacion del declive del hombre al acercarse a los cuarenta. Cuenta en definitiva como es delgada la linea que separa la pasion de la obsesion. Un super aficionado está loco por el fútbol. Da igual el equipo o el país donde se juegue, si hay un partido, él está delante del televisor. Cuando su esposa se casó con él hace 20 años, esta exagerada pasión era una faceta más de su personalidad, pero ahora se ha convertido en una obsesión que le aparta de todo lo que quiere, incluso sus dos hijas. Sin trabajo, separado de su mujer y lejos de su familia, el hooligan  reconocerá su adicción e intentará hacer algo al respecto, copmo inscribirse en un centro para alcoholicos anonimos, pero puede que ya sea demasiado tarde. Convertida en un éxito rotundo en su país de origen, Argentina, donde alcanzó la cifra de 2 millones de espectadores, la nueva película de Marcos Carnevale (Inseparables) aborda, en tono de comedia, la obsesión que hay en el país sudamericano por el fútbol. Tampoco faltan las dosis justas de melodrama a esta historia sobre un hombre adicto al deporte rey hasta el punto de ver partidos las 24 horas del día, y que sacrifica su trabajo, y hasta el tiempo que dedica a su pareja y familia, por el balompié. El ultimátum de su esposa será la gota que colme el vaso para que el protagonista afronte su obsesión e intente ponerle remedio. Alrededor del proceso de rehabilitación de este futbolero extremo, se generan todo tipo de gags y situaciones disparatadas. Una de ellas, la relacion que establece con el su padrino en en centro de rehabilitacion, las mas emotivas y los enredos con los distintos pretendientes que se ofrecen a la pareja en discordia La cinta, de marcado tono costumbrista, encuentra el equilibrio entre humor y emoción a través de la química entre sus intérpretes principales: el reconocido cómico, aqui profesor de autoescuela, Adrán Suar y la actriz Julieta Díaz, que vuelven a compartir planos. Les secundan Alfredo Casero (El espejo de los otros) y Rafael Spregelburd.

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