lunes, 11 de junio de 2018

en tiempos de luz menguante

Incluso para los espectadores alemanes mas avispados ha de ser complicado atisbar las supuestas autointerpretrables metaforas como la reincidencia en la caida de hojas o que determinados muebles emiten sonidos linguisticos. Un baño de resentimientos  y penas entre un matrimonio inscrito ya en el escenario de la melancolia. El director y su compañera, Angela Winkler, se esfuerzan desde su posicion en el plato elaboran un cine monolitico, de compromiso en una celebracion de un nonaganerio stalinista, a la que invitan tambien a la comicidad. Un alto cargo del Partido Comunista en la República Democrática Alemana, afronta con indiferencia el homenaje que familia, amigos y camaradas han preparado en su 90 cumpleaños. Es 1989, y todos ellos asisten a la fiesta en honor a este exiliado durante el nazismo y firme defensor durante décadas de la utopía socialista como si no ocurriera nada, pero conscientes de que el bloque soviético se desmorona imparable. Además, el nieto de este anciano comunista, acaba de desertar a Alemania Occidental. Es otoño y el mundo está cambiando. Mientras la utopía comunista se desvanece entre el paisaje otoñal, una familia, y un matrimonio, están a punto de romperse basandose en la novela de Eugen Ruge retrata con precision el final del a RDA. Con este punto de partida, el alemán Matti Geschonneck, curtido en la televisión alemana, dirige su tercer largometraje. La historia del patriarca de un clan que forma parte de la élite del Partido Comunista en Berlín Oriental sirve como perfecto reflejo de cómo diferentes generaciones vivían los años del régimen soviético. Por un lado los mayores, todavía firmes en su convicción de que la utopía socialista era posible; por otro sus hijos, desencantados con las promesas incumplidas de un sistema que defienden, pero con reservas y, finalmente, los jóvenes, que se rebelan ante un dogma que les impide realizarse como individuos. A través de ellos habla sobre aquellas personas que dedicaron su vida a una ideología, sin percatarse del mundo que había a su alrededor, para luego ver cómo su sueño resultó ser una ilusión. Drama con toques de humor, en el que la psicología de los personajes convive con el análisis histórico, y donde se encuentra Bruno Ganz (The Party), imprescindible de nuevo, al que secundan Alexander Fehling (La conspiración del silencio), Sylvester Groth (Una razón para vivir) o Angela Winkler.

No hay comentarios: