Mentes brillantes/Premiere annee

Lilti debe ser un director limpio y ordenado,  frio y ordenado. Como si un psicologo fuese analiza lo sacrificados que seran las nuevas generaciones representados por unos elementos que son amigos pero imposibles de relacionarse en paz y grabados en su primer año de carrera, o sea que sigue con su nariz cinematografica metida en el poti poti de Hipocrates y quiere demostrar que los celos tambien existen. Es la tercera vez que un estudiante de medicina se prepara para las pruebas de acceso la universidad, mientras que para compañero es su primera vez. No tardará en descubrir que alcanzar su sueño va a ser una tarea mucho más complicada de lo que pensaba y que, en un mundo tan competitivo, las largas noches de estudio son mucho más frecuentes que las fiestas universitarias. Ambos entablarán una amistad que les ayudará a intentar superar el curso y equilibrar su desesperado presente con un futuro prometedor. Después de abordar dos formas muy diferentes de ejercer la medicina en Francia en "Hipócrates" y "Un doctor en la campiña", Thomas Lilti (licenciado en esta disciplina que, además, pasa consulta en sus ratos libres) se aproxima al entorno educativo que prepara a los médicos del mañana. El duro proceso en el que se ven inmersos sus protagonistas, dos de los miles de jóvenes que cada año se enfrentan a una más que exigente prueba de acceso, sirve al realizador para lanzar una crítica a un sistema educativo francés de terrible competencia que no hace concesiones ni pone en valor a unos estudiantes que, en apenas cinco horas, se juegan meses de preparación y todo su futuro. Además de drama de aprendizaje el film esconde un trasfondo social que presta especial atención al origen de estos dos aspirantes (uno de familia acomodada, el otro de un barrio de la periferia) y su diferente manera de intentar alcanzar el objetivo de ser profesionales de la salud. Vincent Lacoste (Los casos de Victoria) y William Lebghil (C´est la vie) derrochan química y dan forma a la conmovedora historia de amistad, juventud y madurez que sirve como motor de la película con Michael Lerousseau