Magnifica una vez mas la fotografia de Katheryn Bigelow que no esconde el tenso suspense el film. Directora que domina el tempo, los encuadres y los efectos especiales, derrocha toda su profesion en los planos del desierto, a los que dota de un sonido extraodinario. Traslademos este saber hacer a la desarticulacion de suicidas con explosivos adheridos, de los que se pone en duda su voluntariedad para tan inutil y mortifero acto. Pese a ello, Bigelow quiere mantener una distancia objetiva, que consigue refugiandonos en los paisajes de Irak, para darnos tiempo a pensar.
Sus creencias personales no oscurecen la narracion y la manipulacion no es mayor que en cualquier cine de propaganda belica. Sigue en su mejor pelicula, ademas de Dias extraños, El peso del agua, K-19, Le llaman Bodhi y The loveless sin amor, a un grupo de artificieros cuya vida pende de un hilo del que tira cualquier descerebrado con el idem comido por su religion.
Film de otra forma de guerra y de otra forma de publicidad de las ideas. El sargento protagonista, Jeremy Renner, como Anthony Mackie, Ralph Fiennes y Guy Pearce, son buenos chicos americanos traumatizados y adictos a la accion.
Cualquier burka o velo completo puede ser una bomba en potencia. Un hombre que atiende su mobil en la calle, una maniobra extraña de un coche, todo puede esconder la droga del terrorismo indiscriminado y sin sentido. No he querido llamarle islamista porque hay otros y tambien son malnacidos de esta tierra hostil pero hermosa.
sábado, 30 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario