Impresionantes imagenes las de Benth Zeitlin, director blanco de NY, mezclando fantasía, unas bestias enormes, con la naturaleza de la selva, los pantanos de Lousiana, riberas del Mississippi, reptiles, viviendas infrahumansa, tempestades huracanadas y observandolo todo una niña de color de 8 años, Quvenzhane Wallis, (Huspappies en el film) que dibuja su vida en cajas de cartón para que los exploradores del futuro sepan de su existencia. Escruta el director la especial relación entre la niña y el paisaje que la rodea, contra le que lucha y la protege ala vez de la misera realidad de los habitantes de un mundo podrido que desprende fantasía y poesía. Alegato a favor de la infancia a cargo de una pequeña que sin apenas lágrimas juega al juego de la muerte.Abandonada por su madre después de matar un cocodrilo quiere ayudar a su padre enloquecido y con leucenia a morir en libertad. Una sociedad radical inscrita en la marginalidad mas plausible, que narra con precisión y una mágica belleza que donde no llega el alcohol con su nada, llega la pobreza mas cruel. Producto antropológico e independiente, merecedor de Oscars y que muestra la necesidad del programa Obama. Es el apocalipsis now provocado por la lluvia en vez de napalm, Es la sordidez a la que puede llegar nuestra ceguera social, donde los huracanes imponen su ley y su desolación. La único que necesitan es justicia, porque como dice la pequeña, no quieren morir enchufados a la pared en una especie de pecera.
sábado, 26 de enero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario