Habiendome declarado admirador ferviente el cine francés, tan cerca y tan lejos, a veces nos cuelan algún ardiente petardo y fuegos artificiosos como es el caso del film de Philippe Garrel. Amantes torturados, interpretaciones póstumas, música reiterativa de John Cale y homenaje perpetuo a su musa y pareja, la cantante Nico. Un pintor desequilibrado, casado con una emergente actriz italiana, recuerda en Roma con un amigo el mayo del 68. Por fortuna es el primer film de Garrel de sus 24 que se estrena entre nosotros destacando entre su filmografía joyas como "J'entends plus la guitare" (León de plata Venecia 1991), "Salvaje inocencia" (FIPRESCI Venecia 2001) o " Les amants réguliers" (FIPRESCI European Film Awards 2006), todas ellas de gran valor académico y de un gran acabado formal-técnico. Todos ellas parece que minimalistas en una alocada búsqueda del amor, y el porque del abandono y de la perdida. El film del veterano director vuelve dar motivos para el suicidio y sobre todo las ausentes interpretaciones de Monica Bellucci, su hijo Louis Garrel, Celine Sallette, Maurice Garrel y Jerome Robert.
jueves, 25 de abril de 2013
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