Felix Sabroso nos trae ahora una película coral sobre la vida y la muerte vista desde el mundo del cine. El autor de la isla inferior, parte de Gramsci. El mundo se muere, el nuevo tarda y en el clarosocuro aparecen los monstruos. Con un ritmo raro o deficiente, singular y dificilmente clasificable, peculiar o malo ya sin Dunia Ayaso, el director convierte el flm en un acto de recuerdo y amor, con amigos y saludados, en un tanatorio de celuloide. En este difícil trance, Víctor es una suerte de cineasta que dice haber rodado algunas películas que, sin embargo, nunca han llegado a estrenarse. En su lecho de muerte, reúne a sus más estrechos colaboradores para llevar a cabo lo que, con toda probabilidad, será su obra póstuma. Todos ellos se reunirán en una insólita convivencia en la que, aparentemente, darán cuerpo al film, pero en la que también debatirán sobre sus inseguridades, sus relaciones y ansiedades ante el desarrollo de la ficción cinematográfica. El director homenajea, a veces con humor y otras con un sabor más agridulce, el proceso de creación cinematográfica y la manera en que éste se retroalimenta de la propia realidad. Para ello, se apoya sobre todo en los personajes, en su psicología y el entorno que les rodea, y los muestra como reflejo del escepticismo y desconcierto que impera en la sociedad actual. Para darles vida, con los ganadores del Goya Javier Cámara (Truman), Candela Peña (Una pistola en cada mano) o Carmen Machi (Ocho apellidos catalanes), además de los cómicos Julián López (Perdiendo el norte) y Secun de la Rosa (Las brujas de Zugarramurdi
sábado, 1 de octubre de 2016
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